miércoles, 11 de abril de 2007

Oda a Hull

Por los ríos se cuelan los drenajes de mis impolutos pensamientos, bastardos demonios desplegan sus alas imprudentemente dentro de mí cabeza, tengo comezón en el cerebro, tengo demasiados pensamientos, costras de vida, ostras afrodisíacas. Mi normalidad se ha tornado bizarra, buceo dentro de la capa de tinto, me quema el pecho al salir a respirar.

El poeta de los ojos tristes no encuentra espejo alguno para reflejar su mirada confusa, atocigar el alma, que salga el agua del cuerpo. Hoy estamos solos con las botellas pintadas sobre los anaqueles, la lluvia perfora el Domingo solitario enfriando el pavimento aceitosos de este pueblo francófono. Yo siento que las hornillas se han encendido dentro de mi caja toráxica.

¿Qué significa estar aquí? Atrapado en un charco sobre tus rodillas. ¿Qué significa imaginar tus senos majestuosos? Tus comisuras inalcanzables con mi figura de hippie. Los años van. El tiempo se desdobla a una velocidad que nos impide acostumbrarnos al presente efímero. Las calles desiertas deben de significar algo. Octubre siempre me resulta pesado, siempre bebo con la melancolía y la soledad. Siempre me visita la inconformidad, como un virus que me corroe por dentro y me hace moverme. No ´se de qué escapar. No sé por qué me asfixio.

Sobre los aleros del tejado las explosiones de agua. Dentro de mi corteza las implosiones de cordura copulan con los de la locura. Hermanas gemelas antagónicas. La locura de tenerte, la cordura de perderte, la cordura de olvidarte, la locura de visitarte. Me sudan las manos cuando te pienso, ¿Qué idioma me habla esta ciudad. Las nubes se desbaratan sobre mí. Esperamos fantasmas. Perseguimos quimeras.

Hull me trajo un sótano a medio construir. Es decir un rincón del sótano a medio construir, con cables sobre mi cabeza y una alfombra roída bajo mi cuerpo borracho que se tiraba envuelto en un saco de dormir. El pueblo me recibía siempre con una bofetada de aire puro y de nostalgia por quedarme en el pueblo y empezar algo desde cero. Una nueva personalidad que pudiera ser políglota en cuestiones canadienses.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que diablos sucede que nadie mas que yo comenta???, Acaso, Sr. Lector, se ha quedado sin palabras con tan sublime escritura o su cerebro no alcanza a digerir las locuras que vomita nuestro querido y admirado Oswaldo?????...
Por favor, rogamos a la audiencia "Mojarse el culito" y dejar su apreciacion de la Obra...con derecho a freackearse...O no??????????


Saludos Nuevamente


Maria Gourley

Anónimo dijo...

Chido mi buen oswi!
palabras justas para esta resaca de café likor galego