martes, 24 de noviembre de 2009

Brasov

Un Viaje es…




Caminar por una ciudad en la que nunca habías estado. Vas por la tarde y el clima es fresco, la música es una suerte de post rock que te eleva el espíritu. Todo es nuevo para ti. Cosas que jamás habías visto, rincones del mundo que siempre han existido independientemente de ti. Algo así. Como entrometerse en las vidas de otras regiones. Entonces el viaje ya es parte de tu vida. Es una búsqueda inconsciente, es el cambio en la existencia, es torcer el “destino” hacia otra dirección. Fue…

Ver mares de gente hablando idiomas extraños. Miles de universos personales. Ver monumentos, iglesias, plazas, ríos, puentes e imaginar vivir en ese lugar. Imaginar que todas estas maravillas que estás descubriendo se convirtieran en algo común, en una rutina, como en Vancouver cruzar alguno de los puentes, da lo mismo si es el Burrard o el Granville. La ruta de siempre, hacia el trabajo o hacia la escuela. Imaginar que hay detalles aprendidos del camino.

Absorber los fantasmas que pueblan las calles antiguas de las ciudades medievales europeas. Conocerte. Me gustan los cascos viejos con sus paredes descarapeladas, con sus olores a humedad, con las pintas revindicativas, con sus bares oscuros, con sus iglesias viejas; me gusta el sentimiento de descubrir y dejarme asombrar por algún callejón o alguna colina. Disfruto de las tomas aéreas así que procuro siempre ir a los puntos más altos de las ciudades. Desde ahí los habitantes parecen hormigas y las cosntrucciones de cartón.

Caminar tomados de la mano. Caminar con tu ausencia a mi lado. Caminar recto o en espiral. Tomar fotografías, instantáneas, memorias palpables, recuerdos digitales. Cámaras prestadas. Pedazos de vida. Caminar por calles donde habían cafés, museos con cuadros de otros tiempos, las fotografías antiguas. Caminar por la historia del hombre, la evolución de nuestra programación. Besarte. Intercambiar puntos de vista con personas de otras latitudes.

Cruzar fronteras, visitar aeropuertos, devorar kilómetros, patear el mundo, ver más gente. Beber vino con amigos, beber vino con conocidos, beber vino con extraños. Entrar en casas, dormir en sus sillones, cocinar en sus cocinas, y usar sus baños. Rentar privacidad. Hacerte el amor. Saber que puedo vivir en otro lugar. Los amigos muertos, el desplazamiento de la vida hacia la no existencia, el ver sus estelas y sus contribuciones.

También fue perder. Dejar la piel. Mudar la piel. Endurecer la piel. Perder herramientas, ser golpeado, vejado. En los viajes hay riesgos, hay traumas, hay puntos muertos y sobretodo hay salas de espera y controles de seguridad. Extraviarse. Tener que dejarte. Regresar a la lluvia, a una ciudad familiar. Es como si fueran las mismas gotas cayendo una y otra vez. Tener que regresar. Estar supeditado a los papeles. Y lo peor de todo: extrañarte.
Oswaldo Pérez Cabrera

sábado, 7 de noviembre de 2009

en el bosque

TRANSFIXIÓN

TRANSFIXIÓN
EL ABUSO EN EL CONSUMO DEL LENGUAJE PUEDE SER LETAL PARA SU SALUD

En alguna hermosa región de España, rodeada de valles verdes y pequeñas vargas en donde se repiraba lozanía en el ambiente y el agua de los ríos que cicatrizaban la tierra fértil era tan pura como la virgen de Fátima y tan clara como el cristal de Bacará. Allí moraba Hernando Martínez de Toledo, zapatero de profesión. Vivía en un pueblo por donde pasaron celtas, sefaradíes y demás culturas antiguas y al momento en que transcurría nuestra historia era habitado por aldeanos sin muchos recursos económicos y poca educación. Sin embargo, les llegaban noticias tales como que un tío llamado Cristobal Colón navegaba aguas desconocidas y conocía gente olvidada por la misericordia del Señor. Unas civilizaciones con secretos exóticos y muchas riquezas, todas declaradas propiedad de la Corona. También llegó a sus puertas el triste deceso de la ilustrísima Isabel La Católica. Sin embargo, había algunos personajes, que estaban deseosos de adquirir mayores conocimientos, alimentados por las aventuras de jóvenes mozalbetes en tierras fantásticas, por las tradiciones alquimistas y conocimientos herméticos, que fueron frenados en seco por la Inquisición; que además vetó la sed por desentrañar los misterios de la vida y de la extraña conducta humana, puso un velo en los ojos del pueblo y combatió la creciente Reforma protestante y a los demonios y brujas que se mezclaban entre los mortales. No obstante la tecnología actual, sigue existiendo represión como la que predominaba en aquellos lejanos tiempos y seguimos quemando gente en las hogueras penitenciarias.

Hernando Martínez de Toledo siempre vivió en paz, tanto con su gremio, como con su alma bajo las normas católicas; su existencia era regida por su Dios Omnipotente al que veneraba y su cultura se reducía a los cánones teológicos dictados por la Iglesia, y por supuesto, a su profesión. Pero su apacible vivir se vio atormentado aquella mañana funesta en la que para su mala fortuna, la Inquisición visitaba los alrededores. Su psique tuvo una abertura y sintió que Belcebú le susurraba mandatos en un lenguaje extraño e ininteligible.
Mañana gris en la cual la llovizna golpeteaba el alero presagiando una tempestad metal. Despertó mientras su sueño se difuminaba poco a poco; había soñado con ángeles rojos, con seres humanos moviéndose como robots al compás de luces estroboscópicas y ritmos salvajes, máquinas voladoras, máquinas parlantes, degeneraciones sodomíticas, un sin fin de sucesos que su cabeza no lograba comprender, términos todavía no acuñados, aparatos todavía no inventados, doctrinas inimaginables, cielos marrones, etc. Su pesadilla no parecía tener fin. Estaba seguro que había visto el infierno. Por supuesto no entendió nada.
Salió de su taller por donde ya confluían algunas personas.
- Buen día tengaís caballero.
- Dios mediante Don Hernando ¡Qué gris se ha tornado esta mañana!
- Verdad es, su Ilustrísima.
(El abuso en el consumo de este producto es nocivo para la salud)
- ¿En qué puedo serviros?- Replicó Hernando extrañado por el susurro acaecido en su cerebro.
- Si fuera su merced tan amable de reparar estas zapatillas.
- Considérelo hecho.
(No deben consumirlo fenilcetonúricos contiene fenilalanina)
- ¿Os pasa algo Don Hernando? ¿Algún mal os aqueja?
- No debe ser la lluvia, me hace escuchar cosas.
- Pues quede señor, Dios con vuestra merced.
Hernando fue en pos de sus herramientas dispuesto a trabajar sobre el calzado atrasado, pero mientras martilleaba y pegaba suelas, las extrañas voces seguían persiguiéndolo en diversos tonos.
(Fumar puede ocasionar enfisema pulmonar)
- ¡Ay Señor mío! ¿Pero qué significado pueden tener esas palabras?
Se dio un golpe certero en un dedo, el golpe, por supuesto tendría que haber dado en el clavo.
(La bomba atómica cayó sobre Hiroshima y Nagasaki. Japón estaba derrotado de todas formas)
- ¡Qué un mal rayo me parta si sé lo que significa esa frase!
Los murmullos comenzaron a desesperarlo, golpeó su cabeza tratando de librarse de las voces que lo turbaban. Volteaba intempestivamente buscando por todos los rincones el origen de aquellas voces.
(La paranoia es sinónimo de monomanía que a su vez es la locura por una sola cosa)
Arrojó un zueco por la ventana mientras se tapaba las orejas con fuerza, aunque ya presentía que sería infrustuoso.
(velocidad matemáticamente es espacio entre tiempo)
Gritó tratando de apaciguar el taladro fonético.
(Un tifón en Manila mata a millares de personas, informó la agencia de noticias Reuters)
- No me interesa ¡Así hayan muerto un millón! ¡Por las gracias del Espíritu Santo para ya!
Esta vez el grito se escuchó por todo el recinto llamando la atención de propios y extraños.
- ¿Pero que maldición ha caído sobre mi alma?
(Murió a consecuencia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida SIDA)
Comenzó a sollozar mesándose los cabellos, la desesperación lo visitó corriendo a su agotada paciencia.
(LSD-25, mescalina, dexedrina, bencedrina, methedrina, ¡Velocidad! hierba, polvo de neón)
- Madre, ¡Escuchad! ¡No comprendo! ¿Qué quereis de mí?
- ¡Por Dios bendito hijo ¿De que estais hablando?
- Escuchad, ¡Por piedad! ¿Qué demonios es kleenex? ¿Qué diantres significa Kotex?
- No blasfemes Hernando.
- Ayúdame madre que enloquezco
(por salud come frutas y verduras)
- Lo sé, pero ¿Acaso hay un trasgo escondido?-
Hernando comenzó a tirar mesas y estantes lanzando alaridos dementes que alarmaron a su madre quien intentaba detenerle, él le dio un empellón que la mandó de espaldas, ella se incorporó y salió corriendo a buscar ayuda.
(Pague sus impuestos a tiempo, evite consecuencias)
- ¡Pero, los pago!
Mientras tanto, un grupo de curiosos se juntaba alrededor tratando de adivinar que le sucedía al joven zapatero. No podían creer que una persona ejemplar pudiese enloquecer tan abruptamente.
(Come futbol, sueña futbol, Coca Cola es lo de hoy, Pepsi Generation Next, veneno negro con gas carbónico, las aguas negras del imperialismo)
- Padre, por favor que estoy endemoniado.
- Calmaos hijo, ¿Cuáles son tus afecciones?
- Las voces ¡las voces! – gritó mientras se arrodillaba desgarrando el atuendo del representante de la Inquisición, su rostro tenía una mueca de ansiedad.
- ¡Por Dios bendito! ¡Está poseído! Yo te ordeno satán que abandones este cuerpo. En nombre de Dios nuestro Señor regresa a tu infierno legión del mal.
El prelado inició su exorcismo en el improvisado altar, conjurando en latín, sólo conseguía aumentar la histeria de nuestro personaje quien lo único que deseaba era morir, arrancarse la cabeza y terminar con el tráfico de sonidos incomprensibles para él. El ministro estaba tan asustado como él, pues era la primera vez que presenciaba un caso de histeria así y dudas le comenzaron a recorrer el cuerpo, tal vez éste, sí estaba poseído.
(Todos los niños, todas las vacunas, la poliomelitis puede ser erradicada)
Debido al fracaso de la parafernalia católica, Hernando fue transladado a la sala de torturas en donde lo montaron en el potro quien lo estiraba al máximo para hacerlo confesar, pero él no pensaba en nada, él ya se había resignado, realmente creía que una legión de demonios lo había invadido pero no lo había exteriorizado, así que gritó con todas sus fuerzas:
- ¡Por la gracia de Dios, el demonio ha entrado en mi alma!
(Hecho en Mexico por Cervecería Modelo S.A. de C.V.)
Sin embargo por costumbre lo siguieron torturando, ya que nadie confesaba así tan de buenas a primeras.
- ¡Matadme! ¡Matadme!
Todos los ecleseásticos prepararon una hoguera y convocaron a todo el pueblo, estaban asustados ante un caso legítimo de posesión satánica, le colocaron un casco con picos en la cabeza y Hernando se golpeaba aumentando su dolor en busca de alivio.
(and the Oscar goes to Juliette Binoche)
(Estalla una bomba en el tren de cercanías de Madrid)
Hernando fue amarrado a un madero, alcanzó a ver a su madre llorando, él ya no tenía lágrimas, comenzó a sentir el calor subir por su cuerpo
(El Calcio fortifica los huesos y evita la Osteoporosis)
Pensó en su pequeño taller, en el apacible campo, en la brisa fresca de un atardecer junto al río, en la mozuela con quien quería contraer nupcias y que ahora lo miraba aterrorizada
(Evite accidentes, póngase el cinturón)
En su madre, ¿Por qué a él que había sido tan devoto? ¿Por qué Dios le había volteado la espalda?
(Reacciones secundarias: Gastritis, hipertensión, jaquecas)
El dolor comenzó a agudizarse, era insoportable, pero era la única salida.
(Utilice condón Sico si conviene)
El olor a quemado presagiaba el final, toda su vida destrozada en un sólo día ¿Qué había hecho para merecer tal castigo?
(Recicle su basura)
Se desmayó, jamás podría haber comprendido que en su pequeña e ínfima cabeza se había abierto una diminuta puerta interdimensional que dejaba entrar ruidos de otros tiempos y espacios. Trepanación de su psique. Comenzó a perder conciencia…
(Vote por el PRI, el nuevo partido de la revolución mexicana)
(Amorcito corazón, yo tengo tentación…)
(Fue sodomizada y descuartizada por un político militar)
(Ian Curtis se suicidó. Se colgó en su cocina)
(Un par de aviones en el vientre de la bestia)
(La dictadura militar triunfó de nuevo en América)
(Guerra bactereólogica entre E.U.A y orientales, entre católicos y musulmanes)
(La Apocalipsis llegó, el holocausto aterrizó en nuestro planeta)
(Padre nuestro que estabas…)


OSWALDO PEREZ CABRERA