miércoles, 23 de junio de 2010

Ríos que se desbordan



Foto por Oswaldo Pérez Cabrera

Tormentas devastadoras


Escribo estas líneas en medio de una tormenta primaveral, casi veraniega al sur de Hungría. Llueve a cántaro pelado. La tormenta produce truenos y relámpagos y suelta una energía que puede resultar devastadora. Te moja en segundos. Las tormentas causaron desbordamientos e indundaciones en varios países de Europa como Polonia y Francia donde incluso hubo muertos. También Bucarest, en Rumania fue azotada por una inundación que hasta parecía el DF en tiempos de chubascos. Aquí en Hungría, el Danubio y el Tisza, ambios ríos importantes han subido su cause peligrosamente. Sí. En Europa caen muchas tormentas pero también hace mucho calor cuando no llueve. La situación se pone caliente y tormentosa porque no solo estos fenómenos atmosféricos atacan a Europa, hay otras amenazas aún más graves como el nacionalismo desmedido. También cabe destacar que estos eventos climáticos y fanáticos no son exclusivos del viejo continente, en América también se han registrado inundaciones; Perú, Estados Unidos, Canadá, México entre otros han sufrido con las aguas y aun hay gente que niega que el calentamiento global tenga algo que ver con esto. Tampoco el otro fenómeno peligroso del que me gustaría hablar y que amenza a la integridad de las personas es exclusivo de Europa. Es una tendencia que crece cada vez más en todos los rincones del planeta y que cada vez se hace más evidente: El puto nacionalismo.

En Hungría, el FIDESZ ha acaparado el poder, un partido tirado a la derecha, pero lo más preocupante es el resurgimiento de la Guarda Magyar, un grupo de ultraderecha que fue declarado ilegal y que ahora tiene un brazo político llamado Jobbik que tienen 26 representantes en el parlamento húngaro y parlamentarios europeos reivindicando Transilvania y rescatar la gran Hungría (En 1920 mediante el Tratado de Trianon le quitaron territorio a Hungría cediéndolo a Rumania, Yugoslavia, Eslovaquia y Austria). Pero no solo aquí pasa esto. En Serbia, también hay grupos nacionalistas que apoyan al partido Radical Serbio y por las calles de Belgrado, su capital, se ven pintas de caracter nazi reivindicando Kósovo, partes de Bosnia y Macedonia para crear una gran Serbia. Igualmente los de Albania, después de lograr que Europa reconociése a Kósovo como nación independiente han pugnado por crear una gran Albania. Polonia, Ucrania, la República Checa, Eslovaquia, Letonia son algunos otros países donde el nacionalismo está tomando fervor y cuyos miembros discriminan contra las minorías, especialmente contra los gitanos o Romas. Los gobiernos llamados socialistas (que de socialistas solo tienen el nombre) han ido cayendo uno por uno, primero en Hungría, después en la república Checa donde ganaron la mayoría del voto popular pero una coalición de derecha les quitó el poder, en Rumania donde los gitanos son ciudadanos de segunda clase y hay atropellos contra las minorías húngaras, el gobierno socialista se tambalea al querer recortar pensiones y bajar sueldos para enfrentar la crisis provocada por los bancos y los centros de poder: El banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que dicho sea de paso, han mandado a la quiebra a Grecia e Islandia y ahora les piden que castiguen a sus ciudadanos para poder cumplir con sus demandas. Hungría también está en peligro de bancarrota.
Los movimientos nacionalistas en Europa del este buscan darle una fuerte identidad a esta gente que fue reprimida por los nazis alemanes y después por los soviéticos. Algunos ni países tenían hasta ahora. Su resurgimiento es preocupante ya que siembra la semilla del odio que se traduce en guerras y violencia étnica. Sus blancos principales son los gitanos, los judíos, los inmigrantes y los vecinos que tienen las tierras deseadas.

Así, se cuecen varias tormentas en el continente que amenaza con cerrar sus fronteras a los ciudadanos de otros lados del mundo basados en identidades cada vez más inexistentes. El mosaico genético ha extinguido las razas puras, pero asociaciones disfrazadas de protectores de la cultura, banderas e himnos guerreros pugnan por el resurgimiento de estos movimientos que quieren naciones étnica y culturalmente puras. Sus ideas políticas son de derecha extrema y no buscan la inclusión y el progreso, muchos son fanáticos religiosos que comulgan con ideologías fascistas. Son retrógradas e ignorantes capaces de cualquier cosa.

Así como las inudndaciones de agua y de ideologías primitivas afectan el viejo continente, también afectan en el nuestro, Alberta y algunos estados de los USA se encuentran bajo el agua y en sus territorios también operan neo nazis escudados bajo uniformes cazando indígenas, negros y latinos. El calentamiento global seguirá deshielando y creando tormentas cada vez más potentes, eso es incuestionable y es demasiado tarde para evitarlo, la pregunta es, si la tormenta nacionalista seguirá destruyendo las mentes de los jóvenes y reclutando nuevos adeptos que odiarán a sus vecinos hasta que exploten cada vez más conflictos étnicos que como los fenómenos climáticos crean truenos, destrucción y muerte.