domingo, 21 de octubre de 2007

Cuento Pornografico bajo la lluvia

La lluvia presagiaba un final en rojo y gris. La lluvia provovocaba un espejo acuoso cuyas astillas se incrustaban en la piel de la ciudad.
Habían permanecido encerrados como animales de metrópolis en una jaula de concreto. Prisioneros por su propia voluntad. Envueltos en un nudo humano. Cerebros intoxicados por sustancias artificiales y naturales.
Él extendía una vela ardiente. Cirio enhiesto que buscaba el cobijo de una rosa abierta. Ella lo recibía extendiendo sus extremidades al máximo. El rojo de la pasión se esparcía sobre el gris de las sábanas, húmedas por el sudor sabor a sal como las lágrimas de felicidad que llovían de sus ojos. Ríos de semen desembocaban en el bosque de su vagina inundándola de placer. Él también disfrutaba siendo mojado por los fluidos femeninos. Incesantemente. Incansablemente.

El tiempo, maldito dictador, fue reprimiendo los sentimientos de él, pero también fue exaltando los de ella.
Él rompió el hechizo y salió a buscar otro destino bajo la lluvia canalla que seguía castigando el pavimento. Vidrios rotos en el corazón de ella. El odio le lamía las heridas en su pecho triste.
Los ruidos aún están grabados en las paredes se filtraron en forma de frecuencia por los poros. Antes de la partida eran gritos de gozo, después de desesperación.

De él jamás se supo nada. Se cree que cruzó algunas fronteras y un océano.
Ella tomó un baño caliente acompañado de un cocktail de pastillas multicolores. Después hundió la Gillette en varias partes de su piel.
La lluvia puso el tono gris en la historia con su monótona melodía. Ella puso el rojo tratando de correr el gris de su alma. Sólo consiguió sacar el carmín de su cuerpo
El gris sigue estando. Aca, sigue lloviendo.

OSWALDO PÉREZ CABRERA

El sexo y San Juan

El sexo y San Juán

Baje desde los caireles de la tarántula jugándome el poco pellejo que me quedaba. Sentí mis cabellos como antenas y los candelabros del alma centinela de pasiones oxidadas se convirtieron en macabros. Caí en el rincón más Atlántico y me gustaría lubricar mis neuronas con el ron duro y oscuro de esas latitudes. El piso ondulado de mi habitación de hostal y las ondas sobre las olas, frías por naturaleza que construyeron una estrecha fortaleza.
Y yo quiero botas que floten a través de los océanos hacia tu locación remota en donde conviven perros sordo ciegos con musas incautas, tu alma liberada que vaga por bosques interminables habitados por seres invisibles al ojo humano que dan conciertos particulares y cuentan novedades que hacen envidiar a las estrellas expectantes y demás público noctámbulo. Fantasmas caducos y carreteras congeladas y ojalá las nubes tuvieran caminos y senderos entre las fortalezas blancas interminables y llevarte a zonas más verdes y secciones más amigables. Mi cueva blanca con ilustraciones mate.
Ángel transcontinental adoptivo, imagen conciliadora de regiones ya visitadas por mí.
El tiempo es canalla. Ella llevaba un morral muy parecido al mío. Yo estoy seguro haberlo visto por una calle de la Commercial sobre sus hombros. Y el maldito tiempo nunca nos dijo que íbamos a converger en el punto más este del Canadá. Poderle haber dicho en aquel pasado, te veré en el futuro en otra comunidad, porque te conozco porque te conoceré. Pero así es el destino; romances incompletos y viajes inconclusos. Damas en viejos automóviles, celuloides en los cerebros, recuerdos y la felicidad es la siembra de la nostalgia. El puto yate y el helicóptero, granjeros de llamas andinas, la perrita canina de moda vestida de negro, la guitarra y la nostalgia. Las nuevas formas de las sociedades. De regreso a la ciudad que hay pancartas que pegar y letras por plasmar. Confiando que el destino te vaya llevando entre tus veredas de soledades y tus fantasías carreteras hacia una exploración en bajo techo local. Que te guíen por este país casi interminable porque habrá futuros, los he visto. Y así convergeremos hasta que el vino reemplace la sangre y mi lengua se memorice los trazos de tus pecas.

Oswaldo Pérez Cabrera

St. John's New Foundland 2005

viernes, 5 de octubre de 2007

Sexo en Ácido lisérgico rancio

Fragmento de Barra Libre Vientre Caliente
Novela Inexistente de las aventuras de Valdini en el DF
Oswaldo Perez Cabrera

Entonces, él se levantó después de pasada media hora, para él se le había hecho como si hubieran sido tres horas y fintó con retirarse a su casa a seguir durmiendo cuando lo que realmente quería era largarse a patear las calles y disfrutar del ácido. Viena lo besó largamente y Valdini ya en pleno viaje sintió los labios y la lengua sorprendentemente agradables, en este momento ya le costaba trabajo distinguir entre la realidad y su imaginación. Era como un capítulo más de la novela, aquí el personaje, que en este caso era él, tenía que terminar la faena “Ahora aquí es donde nace la literatura” pensó Valdini “Entonces lo que tengo que hacer yo que estoy viviendo la vida del personaje de novela, es seguirla besando y disfrutar esta droga que traigo encima y después hacer el papel de la escena erótica de la película, vamos a hacer pura pornografía Viena” en ese momento Viena interrumpe sus pensamientos sin consideración alguna al ambiente del momento.
-¿Quieres hacer el amor?
-Eso no se pregunta.-Respondió Valdini y se dio cuenta que Viena ha cambiado de escena y quiere agilizar las tomas candentes, entonces eso la hace una especie de directora y él le sigue la corriente ya decidido a entregarse y disfrutar a la mujer y su sexo y la droga que lleva puesta. Se dirigen hacia la recámara por las escaleras borrachas que despiden figuras hacia el techo.

La desvistió poco a poco, cada fibra que iba desprendiendo caía como en cámara lenta, cuadro por cuadro, como fotografías que van cayendo en una secuencia deliciosa. La sensación era fuerte, la lengua comenzó a percibir el sabor a sal, el mareo era constante, quería explorar cada poro y de pronto sintió que el ácido explotaba, ya sentía a Viena colocando el condón sobre su miembro erecto y después sintió que lo montaban sin piedad.

Explorar cada poro y cada poro ofrecía una alucinación diferente, como estar viendo miles de televisiones en su cuerpo, y comenzaron a llegarle las imágenes; en un poro un océano de petróleo inundaba Manhatan, en otro un arco iris de gasolina se asomaba por Dusseldorf dejando ver sus colores aceitosos, una nube de nylon copulaba con otra de cartón sobre el Big Ben, Matisse pintaba el sol al óleo y se descolgaba por un rayo de luz mortecina, un animal petrificado le escribía a su amigo taxidermista torturado en una galera de la ciudad felicidad, un escándalo de estrellas saturaba el horizonte, el cardenal Posadas le practicaba una felación al papa sobre el pasto enmohecido de un parque sintético, un pensamiento bloqueado gritaba ¡Qué viva la anarquía! Un bosque hermético luchaba por la libertad de Fulcanelli quien recibía toques en los huevos, un sentimiento manipulado se resignaba a cortejar a Madame Eduarda, un amor a control remoto de Cuba al Senegal con música de Sibelius de fondo.
Tenía las nalgas de Viena apretadas como tratando de aferrarse a algo mientras sentía el vértigo de ir a mil por hora sin frenos y de bajada, caída libre entre el mosaico de imágenes mientras Viena gime disfrutando del coito. Un corazón cableado se comunica con Sade en el inframundo, no hay un lugar en el mundo en donde no exista un amarrado, un beso con máscaras que se quieren derretir por el maquillaje tan abrupto, un bebé programado lucha por seguir dentro de su entorno acuoso, una luna de unisel y dos caras le hace muecas a la muerte con riesgo de dejarnos sin mareas, un cerebro histérico lucha por salir del país del coma profundo, un ángel negro trata de resolver su duda existencial y desmiente la lucha entre el bien y el mal. Valdini está seguro que está sintiendo rico y escucha a Oscar Chavez distorsionando su voz en el fondo de la pieza, como una legión de ecos y sonidos abstractos, reconoce el aroma de Viena quien lo ve desde arriba. La ve muy arriba.
Un planeta agujereado se da cuenta que tiene goteras imposibles, un presidente zoofílico se da gusto con el ganado porcino de su país, un hombre térmico sodomiza a una mujer de acrílico por el placer se ser, ano y verga se funden a mil grados centígrados, un espíritu asfixiado se cuelga de las barbas de Dios. El paraíso abrupto de la imaginación “Tú serás ruido de estrella succionando mi centro hacia tu remolino de piel algodón ¿Qué triste está el universo cuando está desnudo? ¿Has probado subirte al mundo pequeño cubierto de ácido? Y el ácido vaginal que sulfura mis hormonas, tan veleidosa tú, tan transparente yo y a través del plástico que funciona como periscopio se ve a través de la escafandra tus miedos, te siento vibrar, escucho tus gemidos, más, más, sólo siendo penetrada, te sientes segura, pene y entrada, gocemos mientras el mundo se va a la mierda. Fornicación sensorial, televisión interna vía satélite; nos informaron los corresponsales borrachos de éter, mientras lamo tu cuerpo todavía libre de terrores externos, sin embrago, tus traumas crecen simultáneamente a ti. A tu mismo compás, a nuestro ritmo, más rápido, más velocidad. Todo se va desvanecer cuando alcancemos la velocidad de la luz, la transición será orgásmica.” Valdini sintió que algo más que semen y su alma habían salido cuando terminó. Otra vez estaba en el cuarto y Viena jadeaba sobre él. Estaban exhaustos y cubiertos de sudor, se acomodan en la cama para esperar el sueño. Valdini cierra los ojos y se ve volando sobre acantilados castigados por el mar atlante, mientras seres majestuosos danzan a su alrededor, bicornios y quimeras gelatinosas, el hijo del viento pasa gritando, nadando en su mar de vientos, mientras los jardines azules tilitantes poblados de gnomos alados, mientras los bloques de sonido de los monjes cenobitas. Todo siempre y cuando la carretera estelar no cobre peaje.

Así Valdini logra después de varios intentos y viajes internos dormir mientras ella duerme procurando siempre tener contacto corporal con él. Así viajará Valdini hasta la mañana siguiente en la que el solitario viaje se constriña.
Baile Lujurioso, Vórtice Candente.

¿Canadá la próxima superpotencia?

Imaginemos un mundo en donde el petróleo este ya en sus últimas gotas, la economía gringa ya haya tronado, en bancarrota como los ricos que quisieron vivir como si fueran más ricos y gastaron más de lo que tenían. Los Estados de gringolandia sur ya no son fértiles, el desierto de Sonora ya se comió California, el medio oriente calcinándose y sin petróleo ya, no es importante para nadie, queda como una tumba para los imperialistas, sus economías enterradas en el desierto. Imaginemos que China está tan contaminada que también implotó. El agua escasea en Asia y Europa del sur también vive una sequía sin precedentes. La zona del Ecuador será casi inhabitable por los huracanes, ciclones, tifones y olas de calor. África y América del sur luchan por resguardar su esperanzas, saqueadas como hasta ahora. ¿y las Guerras?

Este escenario no es producto de la imaginación de un chalado escritor de ciencia ficción. Es una realidad de nuestro mundo a la que nos tendremos que enfrentar tarde o temprano, tal vez en unos 20 o 30 años. No estamos tomando en cuenta el factor guerra, porque China los USA y Rusia y de paso Europa se podrían enfrentar en un conflicto bélico por los territorios del medio oriente (Iraq, Irán, Siria, Libia, etc), África (Somalia, Sudán, el Congo, etc) y ¿por qué no? De Latinoamérica con Venezuela, Bolivia y Surinam antes de esos 20 o 30 años. En ese caso, el caos sería mucho mayor, perros luchando por las sobras energéticas. Sería desastroso.

Canadá en este escenario podría surgir como la próxima superpotencia. Su clima será moderado o templado, todo el sur será cultivable. Será el país con más reservas de agua dulce en el mundo y no sólo eso, sino recursos energéticos que lo harán cada vez más rico. Es el único país del G8 que siempre tiene superavits fiscales. Además que el calentamiento global, dejaría el pasaje del norte libre y Canadá controlaría gran parte de esta región ártica. Por eso los gobiernos canadienses están renuentes a frenar de golpe el calentamiento global y están pidiendo que se reconozca la soberanía del ártico. Por estos motivos es que el gobierno quiere gastar mucho más en armamento para proteger los recursos. La cuestión es saber qué harían los Estados Unidos ante su debacle con respecto a Canadá. Es seguro que habrá gran migración hacia el norte, pero ¿se hará de forma pacífica como mano de obra o de forma violenta invadiendo con su poderío militar? Tal vez el gobierno republicano traspase algo de su poderío militar a cambio de recursos y se forme una alianza norteamericana en la que los conservadores usamericanos tomen el poder de Canadá. Entonces sería la misma gata pero revolcada y Canadá perdería su soberanía y se convertiría en un país manejado por los ricos.

Ya sea que Canadá se convierta en super potencia por si sola y su poderoso nuevo dólar canadiense o bajo la tutela de los neocons gringos, tendrá un problema grave en Rusia que tendrá un boom económico gracias a sus recursos y que absorverá mucha mano de obra barata de asiáticos que subirán hacia el norte buscando mejores climas y mejorar su nivel de vida. La próximas guerras serían por el agua entre Europa, Asia y Norte América con Escandinavia, Rusia y Canadá como nuevas puntas de lanza con las potencias decadentes detrás. Ya sólo queda esperar si sobrevivimos a las guerras preventivas anteriores a esta predicción-profesía.

Oswaldo Perez Cabrera

Puta cancion punkie mañanera

2 Minutos

Hoy es un nuevo dia
Tengo que ir a trabajar
El sueldo que a mi me pagan
No me alcanza ni pa tragar

Por eso odio ir a trabajar
Pero tengo que ir igual
Me caga ir a trabajar
Pero tengo que tragarrrrrrrrrrr

Repita en forma de mantra hasta el fin del mundo

lunes, 1 de octubre de 2007

Control

Vi la película de Control del Anton Corbijn, acerca de la vida de Ian Curtis, está chida, aunque no se enfoca mucho en el proceso creativo de la banda musicalmente hablando, sino más bien en algo de su poesía. La onda es que está basada en la novela que escribió su esposa, Deborah Curtis. La fotografía está super chida. En Blanco y Negro, la actuación está bien, las rolas salen las más representativas y algunos momentos claves como la tocada de Warsaw en el Electric Circus. Está bien documentada porque la hiceron los que vivieron el pedo, comienza un poco flojilla con su adolescencia pero se va mejorando conforme pasa la cinta. parace que el guey que la hace de Curtis canta las rolas y como no son famosos los actores es más creible, además que los miembros de la banda se parecen a los originales.
Joy Division vive