domingo, 28 de marzo de 2010
El Hambre
Una de cada ocho personas no dispone de suficientes alimentos y que casi una de cada tres está malnutrida. Casi un billon de pobres y tres billones de desnutridos habitan en la tierra.
Muchas de las predicciones catastróficas de los videntes se están cumpliendo al pie de la letra, y no es porque hayan sido profesías o los escribanos hayan sido visionarios, clarividentes o simplemente se comunicaran con entes desencarnados que viajaban al futuro sosteniendo que el tiempo no es lineal sino cuántico. Simplemente es consecuencia de nuestro egoista progreso. Causa y efecto.
Como quiera que se quiera ver, estamos viendo cabalgar sin prisas al Caballo Negro que representa el hambre. Pareciera que no pasa nada a nuestro alrededor porque hay naranjas y jitomates en el supermercado de la esquina, y casi ni nos percatamos que los aguacates son productos de lujo y que suben cada vez más de precio. Para nosotros, habitantes del primer mundo, la diferencia es notable, no nos alcanza el dinero como antes, y maldecimos al sistema y odiamos la inflación. Pero por lo menos comemos. Hidropónicos, clonados, genéticamente modificados, pero alimentos al fin. Los orgánicos son también para ocasiones especiales o para personas acomodadas. Los precios mundiales de los alimentos han aumentado un 45 por ciento en los último año y hay una grave escasez de arroz, trigo y maíz.
Desgraciadamente, el jinete apocalíptico antes mencionado ha llegado por los países en donde la comida principal está compuesta de pedazos de tierra pasada por aceite con sal y cualquier otra cosa que se haya conseguido. Millones de personas mueren al año alrededor del globo terráqueo a consecuencia del hambre. Según la ONU son 24,000 las personas que mueren por día y al año, cinco millones de niños menores de 5 años. No debería de suceder porque el mundo es autosostenible y los alimentos deberían de estar al alcance de todos. Asia, África, América Latina han sido explotados por Europa y los Estados Unidos dejándolos en el subdesarrollo. Los países desarrollados tienen una deuda social con estas regiones que viven en la miseria pero los siguen explotando a través de sus políticas neoliberales que sólo agudizan más el problema.
Alrededor del mundo se están dando manifestaciones de turbas desesperadas porque no hay alimento y si hay, viene con un costo inaccesible. Haití, Camerún, Burkina Faso y Egipto son ejemplos claros en donde la gente se ha comenzado a amotinar con violencia saqueando almacenes y pidiendo que no se sigan subiendo los productos básicos. Etiopía, Corea del Norte, Brasil, México, La India, Bangladesh, Bolivia, entre muchos más tienen gente que sufre para poder comer.
La producción masiva de biocombustibles tampoco ayuda mucho al problema ya que se siembran muchos acres que podrían ser destinados para productos alimenticios. La proliferación de estos nuevos biocombustibles para el primer mundo, el aumento de la demanda de productos alimenticios en países como India y China, las subvenciones a los agricultores de la UE y de Estados Unidos, han hundido la producción en muchos países pobres.
Uno de los villanos de la peli, los Estados Unidos, consume, con sólo el seis por ciento de la población mundial, la cuarta parte de los hidrocarburos gastados en el planeta, en buena medida para casi un automóvil por habitante, y pugna por sustituir 132 mil millones de litros de petróleo por otros tantos de agrocombustibles. El país que más obesos mantiene a su población con comida chatarra. El que más gasta en la guerra y en combatir las drogas, pero el que más las consume, el que más población tiene encarcelada Todos esos recursos mal gastados, corruptos, dinero que va a parar a los empresarios y políticos contribuyen a que no se destinen billones de dólares a solucionar el problema de una vez por todas.
Resulta cínico que vivamos en un mundo donde se gastan literalmente billones de dólares en una guerra para controlar el petróleo y el centro geopolítico cuando se podría solucionar el problema del hambre en el mundo. Estamos hablando de un problema que afecta a más de 800 millones de personas. Los medios de comunicación dramatizan acerca del 9/11 donde las víctimas no pasaron de las 5,000. Resulta muy sospechoso.
Incluso los causantes de tanto desbarajuste con sus exigencias defasadas, el Fondo Monetario internacional y el Banco Mundial, han reconocido que existe una crisis alimenticia, básicamente que el mundo está en quiebra. Todavía afirman que lo peor está por venir.
"Se dice que si la producción (de alimentos) aumenta los precios bajan, pero no es eso lo que va a pasar", aseguró en la XXX Conferencia Regional de la FAO en Brasilia el senegalés Jacques Diouf, director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). “Entre las causas de que los alimentos estén cada vez más caros, las subidas de precios de los fertilizantes, que cifró en 58 por ciento en los últimos doce meses, y del petróleo” continuó diciendo.
Las hambrunas también se dan por las sequías que son producidas por el cambio climático, la erosión de la tierra, la contaminación y la falta de recursos para tener una siembra decente o simplemente la falta de agua para regar el campo. Es tiempo que los humanos nos manifestemos contra esto, es como si un tsunami diario asloara alguna región del mundo matando 25,000 personas. Es una tragedia diaria que no es sensacionalizada por la Tele. Pensemos.
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