viernes, 6 de julio de 2007

El Diario de un operador de líneas calientes

El perfil del cliente

En mi trabajo todos los que llaman están calientes, yo hablo con puro australopitecus en brama. Mi trabajo es venderles bloques de minutos para que platiquen con las chicas.
Las chicas entran gratis a las líneas, son el anzuelo para atraer a los hombres. Claro, se han dado cuenta que el sexo masculino piensa con la cabeza de abajo y es bombardeado durante todo el día con mensajes sexuales subliminales hasta que necesita explotar, diariamente. Sin embargo, debido a su incapacidad para relacionarse por su machismo, tiene que pasar gran parte de su vida solo (o con una piltrafa humana) masturbándose ante películas pornográficas o buscando alguna voz sexy que le quiera hablar sucio mientras juega con su aparato sexual. Después cena comida congelada y sigue viendo la tele hasta que cae dormido. Así es el perfil de nuestros clientes, de esos que cagan hablando por teléfono y escupen a tras del sillón.
El 85% de ellos son de los Estados Unidos, el país con el nivel de ignorancia más grande sólo comparado con Turkmenistán y Burkina Faso. El problema de la falta de conexiones neuronales se intensifica en el Midwest en donde la costumbre de casarse entre primos ha debilitado los genes de los vástagos de las nuevas generaciones.
Sin embargo, no sólo la compañía se aprovecha de lo jarioso del macho, también las prostitutas quienes entran en las líneas ofreciendo sus servicios, dicen que buscan a alguien generoso, que reciben en sus casas o promueven orgasmos a domicilio. Se hacen pasar por chicas decentes y en medio de la plática sueltan el sablazo.

Los tipos una vez que han gastado una hora en la línea siendo rechazados y cansados ya de su mano, optan por pagar por el servicio con el alto riesgo de ser robados.
Hemos tenido casos en donde se nos amenaza con demandarnos porque una prostituta que conoció en nuestras líneas le vació la casa mientras el tipo estaba pasoneado con alcohol y crack. O el otro tipo que nos quiso demandar porque la meretriz de barrio bajo le pegó una enfermedad venérea que lo hizo chillar de dolor.
Por supuesto tenemos un departamento de calidad que se encarga de monitorear las líneas para eliminar no sólo a las prostis, sino a los drug dealers y a los “buscadores de talento porno” a “los fotógrafos exitosos que buscan descubrir a la siguiente modelo súper estrella” ¿en estas líneas? ¿en qué cabeza cabe? Y por supuesto a los menores de edad, que ya desde pubertos andan buscando aventuras sexuales que muchas veces encuentran en manos de depredadores pedófilos quienes les trauman de por vida, si bien les va. Por eso también hay una oración al inicio del sistema “We don’t assume any responsability for personal encounters” o sea, cada quien toma sus propios riesgos y se rasca con sus propias uñas.
También están todos los casados, que es la gran mayoría. Uno se da cuenta de lo fácil que resulta para el hombre engañar, de lo falso e hipócrita que es el ser humano, por lo menos el que vive en ese país de tranza y corrupción. Todo al alcance de una llamada y la posibilidad de conocer a otra mujer cachonda que no sea su mujer. ¿Dónde quedó la moral y las buenas costumbres? Van a la iglesia los domingos con la familia y después hacen citas a través de las chatlines con otras mujeres u hombres mientras se masturban en el lecho matrimonial. Pero los que más asco y lástima me dan son los homosexuales de closet y sus esposas me dan pena. Los que buscan en la línea gay satisfacer sus deseos más aviesos y escondidos mientras viven una mentira en la vida real. Hablan y nos advierten que están casados y que quieren ser muy discretos y que por favor nadie les llame a casa (aunque a veces son tan cabeza de maní que ya calientes les dan el teléfono de la casa hasta las pirujas que después los chantajean).

-claro que sí, la línea es súper discreta- respondo generalmente mientras los pongo en la lista para recibir correo personalizado en su dirección. Tal vez les haría un favor si reciben algunas postales con tipos en ropas ligeras y miradas lascivas con el nombre del padre de familia aunado al nombre de la línea gay favorita de la gente. Los niños preguntan de qué se trata eso mientras en los ojos de las esposas se asoman las lágrimas que reflejan la cara roja de vergüenza del padre cuya imagen se desmorona ante todos y la casa se inunda de llanto. Excelso. El desmoronamiento de la sociedad toma lugar ahí mismo. La explosión de la célula social. Telenovelas de la vida real
También ha habido casos de ministros, sacerdotes y pastores de iglesias metodistas, anglicanas, mormonas, católicas y demás sectas que llaman a este tipo de líneas, tratando, tal vez de redimir a los usuarios mediante el castigo corporal de su falo.
Pero no me siento mal por destruir familias (tenemos un depto que se dedica especialmente a eso, pero de ello hablaremos en otro capítulo) No me causa remordimiento porque tal vez, una vez descubierto el engaño, el alma del tipo pueda ser liberada y se sienta libre para correr entre las flores del campo con sus compañeros de gustos sexuales afines y será feliz, sin familia y desprestigiado con la “sociedad normal” pero feliz, así que ya no le importarán las apariencias y entonces nos agradecerá a nosotros, los operadores de líneas calientes por su encontrada felicidad.

Es triste que yo lo diga, pero generalmente hablan los vagos ignorantes. Los que se están rascando las bolas a las 11 de la mañana y nos hablan pidiendo una prueba gratuita como si fuera su derecho constitucional.

continuara........

Oswaldo Perez Cabrera

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