Estamos a finales de noviembre y mientras el frío se instala en nuestro entorno, aún hay muchas personas (viejas ignorantes la mayoría) que se ponen pieles de animales para resguardarse del frío. Su ignorancia recae en el hecho que desconocen el sufrimiento que algunos animales tienen que soportar para que su piel se comercialice. Minks, zorros, chihcillas, bisones, lobos, focas, nutrias, mapaches, castores, tejones, ardillas, canguros, zorrillos y alguno otro que se me olvida.
El tratamiento de los animales en este tipo de granjas es cruel, estresante, sádico e incluso demoníaco. ¿Qué podemos decir de las trampas? Las trampas no provocan la muerte rápida, sino larga agonía y desangramiento. El animal trata de escapar, produciéndose mucho dolor hasta morir. A veces, los tramperos encuentran sólo la pata, arrancada a tirones por el animal atrapado en un desesperado intento de liberarse.
Morir estrangulados, asfixiados, desangrados, vivir en pequeñas jaulas, y otros horrores varios solo comparados con la vivisección es una prueba de la estupidez de algunos humanos. No puedeser posible que los ricos sigan con estas prácticas barbáricas. Los invito a que denuncien estas prácticas típicas de trogloditas con dinero.
En la plaza de la Puerta del Sol en Madrid (España), cientos de hombres y mujeres protestaron desnudos con los cuerpos cubiertos de sangre artificial contra la cruel industria de la piel de animales.
Simulando una masacre, los militantes de la organización AnimaNaturalis estivieron extendidos veinte minutos, pese al frío y la lluvia en la famosa plaza del centro de Madrid.
Algunos estaban hacinados en jaulas.
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