Abusos para los trabajadores temporales
Oswaldo Pérez Cabrera
En repetidas ocasiones nos ha tocado recibir quejas de abusos por parte de empleadores de los trabajadores temporales. A partir del 2004 es que inicia este programa en nuestra provincia. Desde entonces las quejas se han hecho presentes en boca de algunos de nuestros líderes comunitarios, quienes son los receptores de estas reclamaciones y denuncias.
SAW (Seasonal Agricultural Workers) es un programa federal que fue creado en 1966 y corresponde a un acuerdo entre Canadá y los países de origen de los trabajadores temporales. Este acuerdo determina los derechos y las responsabilidades de los trabajadores y de sus patrones.
Autorizado por el gobierno federal a través del Departamento de Recursos y Desarrollo Humano de Canadá (HDRC, en sus siglas en inglés), este programa de intercambio laboral es administrado por el Servicio de Administración de los Recursos Agrícolas Extranjeros (FARMS, en sus siglas en inglés). Los patrones piden trabajadores a través de FARMS con la aprobación de HDRC, mientras que los países que proporcionan los trabajadores temporales los seleccionan.
Aunque este programa es relativamente nuevo en BC, no lo es en el resto de Canadá. Los primeros en venir a través de este convenio fueron los jamaiquinos, quienes comenzaron a llegar en 1966. En 1974 se extendió el programa a los trabajadores mexicanos, principalmente en Ontario. Después se unieron trabajadores de Trinidad y Tobago, Barbados y de la Organización de los Estados Caribeños del Este.
Hasta ahí todo bien, los trabajadores tapan agujeros dejados por los locales que se rehúsan a realizar este tipo de labores. Por su parte los trabajadores, además de cubrir una necesidad en el país foráneo, generalmente tienen una profunda necesidad económica en sus países natales y vienen gustosos de hacer un dinero extra y así poder ayudar a sus familias .
Cuando arriban es cuando se dan cuenta de los sacrificios que tendrán que hacer para ganarse un salario alto en relación a los salarios de sus propios países, pero que generalmente corresponde al más bajo de British Columbia. Se dan cuenta que son los únicos trabajadores a los que no se les pagan horas extras ni días festivos, convirtiéndose la oportunidad laboral en una situación de abuso .
El hecho que estos trabajadores reciban salarios más altos que en su países no significa que en Canadá deban ser considerados trabajadores de segunda clase. Nos llegan historias de personas que viven hacinadas de a diez en un cuarto, compartiendo baño y cocina. Se quejan por estar completamente aislados, porque son maltratados y amenazados con deportaciones inmediatas. Estas situaciones los convierten en esclavos de un contrato que corre a merced del patrón que es quien detenta todo el poder.
La organización independiente sin ánimo de lucro CCPA (Canadian Centre for Policy Alternatives), acaba de publicar un estudio referente al trabajo agrícola. Este trabajo revela violaciones sistemáticas en los estándares de salud y seguridad de los trabajadores temporales. Estos se ven expuestos a condiciones de trabajo peligrosas y recibiendo un apoyo casi nulo por parte de las autoridades gubernamentales para corregir o castigar todas estas violaciones a las regulaciones. Los autores del estudio proponen cambios para asegurar que a los trabajadores agrícolas, la mayoría trabajadores temporales, se les considere como al resto de los trabajadores residentes en Canadá.
“Los trabajadores están a merced de un sistema complejo y confuso que los explota, amenaza y silencia, poniendo sus vidas en peligro” dice la coautora del estudio Arlene McLaren, Profesora Emérita de Sociología de la Universidad de Simon Fraser.
Entre los problemas más graves se encontraron la continua exposición a pesticidas, gases y químicos. A los trabajadores no se les proporciona el entrenamiento ni el equipo de protección adecuado.
Estos trabajadores inmigrantes son transportados en camionetas que violan todas las reglas de seguridad. En la encuesta, uno de cuatro reveló que no tener acceso al baño durante sus horas de trabajo y una tercera parte el no tener derecho a lavarse las manos o a tomar agua.
Todos estos abusos nos recuerdan la época de la esclavitud y nos deja un mal sabor en la boca. Porque estas personas no son diferentes a nosotros o a sus empleadores, se les debe tratar con dignidad y darles las prestaciones de trabajo con las que gozamos todos. No es posible que generando millones de dólares para el fondo del Seguro de desempleo ellos no reciban nada de ese dinero. También se les deduce el Canada Pension Plan.
El consulado general de México reconoce que existen quejas acerca del programa y que es un área de trabajo fundamental dentro de la sede diplomática -“Es muy importante el área de los trabajadores temporales, de trabajadores agrícolas. El año pasado nos tocó coordinar la llegada de 2,500 de nuestros connacionales que vinieron a trabajar en BC, sin mencionar Saskechawan y Alberta, y este año vamos a coordinar a por lo menos 3,000 trabajadores agrícolas”- nos dice Juán José Salgado, cónsul alterno quien también nos responde a la siguiente pregunta:
¿Qué tipo de abusos han reportado de los trabajadores agrícolas y qué puede hacer el consulado en su defensa?
La principal queja tiene relación con las viviendas, que están en muy malas condiciones. En algunas ocasiones porque no cuentan con camas, sino sólo catres, porque sólo tienen una estufa para muchos trabajadores, a veces estamos hablando que solamente tienen un baño para muchos de los trabajadores que están alojados en ese lugar, o en algunos casos aparatos que hacen mucho ruido y no los dejan dormir. Principalmente problemas con las condiciones de las viviendas. También tenemos algunos casos de maltrato verbal, no tanto físico, pero verbal, y algunos pagos de salarios que se realizan en forma atrasada. De esta manera el consulado sí los puede ayudar, ya que tenemos contactos con el gobierno de Canadá para verificar sus pagos y presionar a los empleadores. En el caso de la vivienda, pues hacemos visitas para comprobar el estado de su alojamiento, y en caso de que esté en mal estado le pedimos al empleador que la mejore y si no hay respuesta entonces podemos vetar a ese empleador para que no vuelva a recibir trabajadores, así que sí es posible ayudar a nuestros connacionales.
Sin embargo, el consulado que abrirá una nueva sección dedicada exclusivamente a atender a los trabajadores temporales, no son los únicos que pueden ayudar a resolver esta situación. La presión también viene de la sociedad civil y es importante sumarse a este tipo de causas.
La Vanguardia recibió la visita de Adriana Paz, una activista que por azares del destino se encontró trabajando en un invernadero prestando servicios como traductora de los trabajadores. Nunca se imaginó Adriana en el viaje en que se acababa de meter cuando comenzó a defender a los trabajadores y a ayudarlos a organizarse. Así nació “Justicia para Trabajadores Inmigrantes” (Justice for Migrant Workers) en BC. En el 2004 llegaron a BC un grupo piloto de 47 mexicanos en el Fraser Valley.
“Los trabajadores comían en el suelo y dormían en unos futones delgadísimos. Al siguiente año comenzaron a llegar cerca de 700 y fue en ese año en que Justicia BC aparece. Trabajé en este invernadero de tomates ubicado en Delta, el cual fue además mi primer trabajo en Canadá. Inicié como contacto entre los patrones y los trabajadores. Me di cuenta que todos los morenos eran los recogedores y los blancos la gerencia, eso fue lo primero que me llamó la atención. Después me fui dando cuenta de otras irregularidades y entre que me corrieron y renuncié por desacuerdos con mi jefe, no perdí contacto con los trabajadores porque me pedían que los ayudara” Nos dice Paz quien continúa con su historia. “Cuando llegó FOX queríamos sacar a la luz pública todo esto y encontramos a Justice for Migrants en Toronto. Les pedimos prestado el nombre para hacer una petición y así nació nuestra organización. Todo nuestro trabajo va dirigido a los trabajadores, es un acompañamiento más que nada.
¿Cómo les ayudan?
Los ayudamos en tres áreas de acción y la principal va enfocada al trabajo de organización.
La primera fase corresponde a la visita de las granjas, done les proporcionamos información básica, como números de teléfonos de emergencia en español, información sobre sus deducciones, relacionada con sus derechos laborales y con sus beneficios sociales. El desafío nuestro es que hagan valer esos derechos sin que haya represalias ni del patrón ni del consulado. Ese es un problema, viven amenazados con ser deportados en cualquier momento si se portan mal.
La segunda corresponde a los estándares de vivienda por ley. Proveemos servicios como llenar beneficios para WCB, de paternidad, lo hacemos como una pequeña ayuda porque sería un trabajo full time y todos somos voluntarios y tratamos de guiarlos hacia organizaciones que si les puedan brindar el apoyo que ellos necesitan. Como el UFCW (United Food and Commercial Workers) que tiene centros de apoyo en diferentes provincias o con otras organizaciones o centros que los ayudan, como Progressive Intercultural Community Services Society o Legal Aid, servicios de inglés, etc.
También hacemos el trabajo de Political advocacy lobby, en los tres niveles de gobierno, mandamos reportes en conjunto con una red nacional Migrant Justice Network. Tenemos que presionar los tres niveles porque todos están involucrados. Está diseñado a nivel federal, lo laboral es provincial y la vivienda municipal. Además realizamos difusión pública mediante eventos, películas, charlas, intentando crear un puente entre ellos y la sociedad civil. Tratamos de ser un puente también con los sindicatos, tratando de involucrar a todo el mundo.
Repetimos la pregunta a Adriana Paz de ¿Cuáles son los principales problemas de los trabajadores temporales?
La raíz de los problemas es que el diseño del programa en sí, que está centrado en satisfacer las necesidades del patrón. Los trabajadores no forman parte del programa. Todo está en poder del patrón. No tienen forma de balancear esta fuerza entre el patrón y ellos. Por ejemplo, el contrato laboral es firmado de uno a uno, no existen acuerdos colectivos. Al ser un contrato así, lo dejan sin ningún poder para negociar sus condiciones laborales. La base está basada en la explotación, legado del colonialismo y la esclavitud. No se hacen este tipo de tratado con países como Francia o Inglaterra, consideran que los negros del caribe y los latinos sí pueden ser tratados de esa forma. No solo lo digo yo, una de las frases de un trabajador era justamente esa, me dijo, en mi mente la esclavitud no ha terminado.
Sus libertades civiles son violadas si ellos no tienen la libertad de asociarse con organizadores o con sindicatos sin ser intimidados. Ya desde México les previenen que no se junten con sindicatos u organizaciones como nosotros. Inmediatamente si se portan mal los ponen en la lista negra y ya no los traen, el patrón tiene el poder de evaluar al trabajador y decidir si viene el año que entra o no. Hay muchos que necesitan el trabajo urgentemente y se aguantan las malas condiciones de vivienda, los malos tratos, algunos no se aguantan y los regresan a México, a otros los castigan un año. El programa es explotador. Y de ahí vienen las consecuencias, quedando ellos en el mas bajo escalafón dentro de la sociedad laboral canadiense . Para añadir más problemas, el estatus temporal de los trabajadores hace que no tengan los mismos derechos; el contrato máximo es de ocho meses. Comienzan a llegar desde Enero y muchos se van en Diciembre, son diferentes grupos que van rotándose todo el año. El gobierno federal no les quiere dar una visa permanente, dicen que porque es temporal o seasonal. Pero los granjeros los utilizan todo el año. Aun así, mantienen su estatus temporal. Canadá cierra sus puertas a la inmigración permanente pero las abre para los trabajadores temporales porque así no tienen que dar beneficios y esa una de las grandes limitaciones para exigir sus derechos” conlcuye Adriana Paz.
El programa tiene mucho potencial, pero tiene que ser mejorado en favor de los trabajadores. Se les debe de dar el equipo adecuado y los inspectores laborales tienen que asegurarse que estén protegidos. Se les deben de otorgar todos los beneficios como horas extras y días feriados y subirles el salario. Se les tiene que proporcionar mejores condiciones de vivienda. Se supone que este es un país civilizado y de mente abierta donde este tipo de racismo y clasismo tiene que ser erradicado . Canadá crece sin medida y su población envejece. Necesita de los trabajadores. Hay que asegurarse que éstos sean tratados dignamente. Canadá va a seguir recibiendo como los confirma Juán José Salgado, El cónsul adjunto quien nos contesta la siguiente pregunta:
¿Existen trabajadores temporales en otras áreas como la construcción?
En este momento sólo hay un convenio para traer trabajadores agrícolas, pero ya se firmó un acuerdo para implementarlo de forma parecido al agrícola para traer personas del sector de la construcción y del área de turismo, que apoyen el sector turístico como hoteles y restaurantes y después contempla que lleguen al sector financiero. En Toronto se planea contar en el futuro con personas personas extranjeras que cubran vacantes en bancos e instituciones financieras. El reto que yo veo en ese programa es la vivienda, con el tratado agrícola, el mismo empleador provee el alojamiento, aunque a veces no sea de condiciones óptimas, por lo menos cuentan con un lugar a donde llegar, situación que no sucederá en los otros sectores. El trabajador va a tener que buscar su propia vivienda y creo que eso es uno de los principales retos que va a enfrentar también el gobierno de Canadá, el proporcionar espacio habitacional que sea accesible para estos trabajadores. Así que vamos a tener más trabajo en los consulados para apoyar este tipo de iniciativas y para que los mexicanos tengan el apoyo necesario ante cualquier contrariedad.
Antes que esto suceda Justice for Migrant Workers BC pugna por las siguientes soluciones para los trabajadores agrícolas:
Que se les de la opción de convertirse en residentes permanentes y que puedan tratar a sus familias, el tema que sean temporales toda la vida siempre representa la amenaza de la deportación. Aunque la mayoría no se quieren quedar indefinidamente ni radicarse en Canadá, deberían de tener la opción que regularizar su situación.
Pedimos el aumento a 10 dólares la hora, actualmente es de 8.9 la hora, salario mínimo sin horas extras.
Un alto a las deportaciones arbitrarias e inmediatas, que exista una instancia externa para resolver los conflictos donde el trabajador tenga la oportunidad de decir su parte de la historia, que no sea ni el patrón ni los gobiernos. Que se les de acceso al seguro médico universal, beneficio con el cual en la actualidad no cuentan.
Que tenga acceso a clases de inglés y a programas en español y que las asociaciones que los están trayendo abran centros de atención hacia ellos.
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