Los G 8: Una cumbre oxidada de un grupo caduco.
Oswaldo Pérez Cabrera
Cada año se reunen las supuestas ocho economías más poderosas del planeta. Bueno, se congregan sus líderes políticos y sus ministros de economía para tratar de resolver o llevar la batuta en los asuntos económicos del mundo. Se juntan para delinear una agenda que controle la economía mundial y resuleva, entre comillas, los problermas derivados de esta economía desigual en donde los miembros de los Grandes 8 hacen compromisos que cumplen en un 20% mientras que la situación mundial empeora. Algunos defensores de esta inútil cumbre (inútil para los pueblos en general, provechosa para los líderes) dicen que de no reunirse no se podría contar con la ayuda prestada al África. Muchos países africanos están viviendo una hambruna inmisericorde, muchos mueren de inanición o por enfermedades comunes ya que sus defensas se encuentran demasiados bajas, la población mundial se encuentra cada vez más desnutrida y cada vez menor cantidad tiene acceso a comida y agua para llevar una existencia decente. El esfuerzo y los resultados de estas cumbres son insuficientes, mejor les deberían de enviar el dinero que se gastan en organizar estos arrumacos políticos.
La reunión de la G8 es ya una tradición de 32 años, en esta ocasión tuvo lugar en un lugar remoto de Japón, Toyako, en la isla norteña de Hokkaido a 70 kilómetros de Sapporo donde las protestas de miles de personas no se hicieron esperar. La cumbre se supone, reune a los 8 países más industrializados: Estados Unidos, Canadá, Alemania, Inglaterra, Italia, Francia, Japón y Rusia. Este hecho apenas cierto en los 70s que se creó el G7, el día de hoy es una falacia. Estos países no representan las economías más grandes y ni siquiera ya son únicos países industrializados. Se ha hecho dolorosamente obvio que estos individuos no son capaces de comandar un encuentro de esta naturaleza. Parecen más bien un grupo de amigos ricos viendo si dan algunas limosnas a los desamparados. Mientras millones de personas sufren y mueren en países pobres, nos preguntamos por qué estos países no tienen representación alguna.
Historia.
En 1973 se juntan los ministros de finanzas de los USA, Alemania Occidental, Francia y la Gran Bretaña en la librería de la Casa Blanca para discutir la situación del mundo atacada, según ellos, por la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y los comunistas. El orden mundial tenía que ser controlado. A partir de entonces, cada año se empiezan a reunir y para 1975 se lleva a cabo en Rambouillet con la adición de Japón e Italia. Para el año siguiente se une Canadá. El objetivo es controlar las monedas circulantes que se definen como las más fuertes. En 1991, después del colapso de la URSS, Rusia es invitada a conversaciones y es integrada en 1998 a formar parte del grupo de élite. En el 2006 Rusia invita a San Petesburgo a las economías emergentes más grandes del mundo, México, Brasil, India, China y Sudáfrica. Resulta lógico pensar que estas naciones populosas también deberían de tener poder de decisión y dejar los antiguos estigmas del colonialismo. Tal vez Rusia lo hizo con el afán de molestar a sus rivales del oeste y porque tiene una alianza estratégica con China. Nicolas Sarkozy, actual presidente francés, también ha dicho que sería una buena idea ampliar el grupo y tiene el respaldo de Gordon Brown, actual Primer Ministro inglés, quien en el 2005, cuando ostentaba el título de Ministro de Finanzas, ya lo había sugerido en Escocia. La oposición es férrea sin embargo, Japón quiere seguir siendo el único país asiático involucrado y los Estados Unidos prefieren tener al margen a China. Pero si comparamos a China con Italia (cuya economía va en declive), que se encuentra dentro del grupo, vemos que no hay mucha lógica. La población canadiense casi cabe en el Distrito Federal. ¿por qué Canadá es miembro?
El grupo formado por Henry Kissinger en los 70as nunca pretendió atraer tanta atención ni recibir tanta presión y oposición de parte de la población civil. Ciertamente jamás planeó competir con otros órganos internacionales como Las Naciones Unidas, la OTAN o el World Trade Association, pero se ha convertido en un instrumento mediático en donde los líderes aprovechan para reconocer los problemas y quedar bien retóricamente sin definir reales soluciones, por lo que la cumbre se vuelve inservible. De igual forma, miles de manifestantes han protestado contra la actual situación mundial demandando respuestas frente a temas como el calentamiento global, la contaminación, las hambrunas y los altos precios de la comida.
Una de las prioridades de la cumbre fue la situación del continente africano, el cual se encuentra cada vez más rezagado en relación al resto del mundo. Sarkozy y Berlusconi aparecen con previos acuerdos de ayuda referentes a este tema, la ayuda que que finalmente existe resulta insuficiente o queda en manos de los corruptos y sus compinches. Se tocó el tema del cambio climático en donde Japón quiso brillar con su tecnología demostrando que existen otras formas de energía posible, como solar y eólica, junto con el reciclaje de energías. Nuevamente se habló de minimizar las emisiones de hidrocarburos a la atmósfera sin que nadie adquiriese compromisos serios. Se habló de limitar la privacidad de las computadoras para poder saber quien usa determinado ISP y asi tener la capacidad de aplicar multas por piratería. La policía cibernética se acerca. Se discutió acerca de Irán, Zimbawe y Corea del Norte y la no proliferación nuclear, por supuesto del terrorismo. Pero no se mencionó a Irak o Afganistán. Las organizaciones no gubernamentales pidieron que se cancelen las deudas enromes que se tienen contra los países en desarrollo y se encuentre la solución para evitar que la crisis alimentaria continúe escalando. Los miembros del G8 pugnan por quitar todas las restricciones para las exportaciones. Tal vez están esperando el momento para poder inundar de productos los países que han matado de hambre.
Los asistentes fueron:
Canadá Stephen Harper, Primer Ministro.
Francia Nicolas Sarkozy, Presidente.
Alemania Angela Merkel, Canciller.
Italia Silvio Berlusconi, Primer Ministro.
Japón Yasuo Fukuda, Primer Ministro.
Rusia Dmitry Medvedev, Presidente.
Reino Unido Gordon Brown, Primer Ministro.
Y de los United States George W. Bush, Presidente.
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