Hoy por lo menos amaneció bonito, había unos colores super locos desfilando por el cielo. Colores pastel que se reflejaban en las nubes acolchonadas, pintaban las montañas mientras se volvían cada vez más anaranjadas. Daba la sensación de calor, pero hacía un frío de la chingada. El frío de la monotonía esclavista, el aire que te corta la cara y te provoca comezón en el ojo, ¿Cuál es el afán de sacrificarse por nada? De salir al la helada calle a perseguir el puto dinero? La gente dice que mi trabajo está influenciando mis artículos. Tienen más rabia hacia la especie humana. Yo creo, más bien que es más amor hacia la naturaleza. Cuando recuerdo el lienzo que había esta mañana la belleza visual me inunda, pero entristezco cuando pienso que todo se va destruyendo poco a poco y que seguimos esclavizados por unos cuantos que detentan el poder indefinidamente sembrando destrucción y sufrimiento. Nada más hay que ver las noticias. Ojo. No la televisión. Las noticias. Aunque estén maquilladas, tergiversadas y las traten de esconder... aún así se ve toda la mierda, la miseria y la corrupción que existe en el mundo. La maldad y los muertos. No es que odie al hombre, creo más bien sé que es ignorante y egosita por naturaleza. Hay tanta competencia y tantos complejos de identidad. Pobre raza. Lo peor es que no hacemos nada por cambiar la situación. Al contrario, es como si pensaramos que es necesario eliminar a varios millones, apoderarse de su terreno para poder vivir plácidamente. Por eso escribo más viceralemente, para atacar un poco la ignorancia, no trato de convencer a nadie de nada, pero quiero que vean que la realidad va más allá de la cartelera de la tele. Yo estoy en contra de todo tipo de violencia en contra nuestra especie, pero pienso que deberíamos dejar de reproducirnos, por lo menos dejar de tener hijos por diez años para darle un respiro a la Tierra. Diez años sin nacimientos, o muy escasos. Puras muertes. Purgar un poco el planeta. Pero para que billones de personas se pongan de acuerdo, está super cabrón. Pero sería una solución mucho más humana que matar el excedente de humanos de hambre y enfermedades como se hace actualmente. Más compasiva, más progresista. Mientras algo sucede, hay que verle lo positivo a la vida. --Ya falta poco. Me digo cada mañana y disfruto el amanecer invernal.
Oswaldo Perez Cabrera
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